Transformación digital, el cliché y algunos pecados capitales.

¿Han notado que en el sector tecnológico surgen en cada oportunidad clichés más fuertes que los que se dan en la farándula, la moda o las religiones?.

He podido analizar la inundación de ofertas en las páginas de empresas que se dedican a hacer y ofrecer de todo, menos transformación digital, diciendo que sí lo hacen, sólo porque de cualquier manera quieren hacer parte de la ola y no ser aplastados por ella. Por eso me referiré sólo a algunos casos:

El desarrollo de software es realmente un campo tan amplio que puede ofrecer un enorme listado de oportunidades y ventajas, sin embargo, en mi paso por allí, resaltaré que las mejores aplicaciones del mercado no nacieron dentro de un método rígido y tradicional sino justamente fuera de éste. Porque es preciso brindar a los clientes soluciones rápidas, con la capacidad de cambiar y evolucionar continuamente siguiendo las pistas, las tendencias y los cambios culturales que se dieron a partir del internet y su oferta potencial de movilidad. Aún así, se siguen ofreciendo enormes ballenas grises, pesadas, lentas, difíciles de alcanzar y luego de mantener.

Por otro lado la banca, vital para el crecimiento y dinamismo de la economía, las personas y las empresas, habla empoderada de transformación digital mientras sus clientes aún pierden tiempo en las filas de las sucursales. Apenas ayer, tuve que experimentar en un banco local en horario de servicio (2:00 P.M.) que 4 de los 5 cajeros que estaban frente a los clientes se ausentaron (Presumimos que para almorzar) sin ofrecer disculpas, sin mirar a los clientes, sin un mínimo gesto de consideración por el tiempo y sólo uno de ellos los cubrió. La respuesta de la gerente del banco a la molestia de los clientes fue: "Las puertas están abiertas, la oficina en servicio y un sólo cajero ya cumple con la operación, porque el banco sólo esta obligado a garantizar un servicio, no un tiempo de atención". Los pecados capitales del banco, la avaricia de ahorrarse unos centavos de su personal y la pereza de hacer méritos para subir del segundo puesto. Mi pecado capital, la ira, pues ya lo he confesado antes, odio ir al banco porque la experiencia que ofrecen algunos es ser tratada como subsidiado.

Las ventas, los vendedores y los libretos colgados de las tendencias. En todo y para todo ahora se usa como cliché la Transformación digital. "Compre este carro que lo llevará por el camino hacia la Transformación Digital. Compre este software gris versión 1998 para que transforme digitalmente su empresa. Necesita un cambio? Transformación Digital. Tiene arrugas? Transfórmelas digitalmente con esta moderna aplicación. No ha podido cenar? Transforme digitalmente su dieta con este video en 10 pasos". Y así, el cliché ha desviado el sentido, la razón y la orientación humana y gentil de lo que para mi es una de las mejores tendencias de la tecnología.

También esta la parte humana,  esa parte humana que se ha rescatado gracias a la Transformación Digital, donde lo importante es mejorar la calidad de vida de las personas, preocuparse por su tiempo, la urgencia de sus necesidades y la expansión de los beneficios para el alcance de todos.

Dejemos de lado el orgullo y la vanagloria de ostentar productos y servicios con Transformación Digital, si lo que ofrecemos no impacta y acerca positivamente las emociones, las situaciones y las relaciones humanas. Pero si realmente estamos trabajando en transformación digital, formémonos, aprendamos y no lo hagamos a medias.

María Camila Ayala

Especialista en Transformación Digital

Innovación Tecnológica y Desarrollo Corporativo.

Fuente: Linkedin.com